jueves, 5 de junio de 2008

·· La Femme Désespérée ··

evoco palabras suicidas mientras observo mi imagen...
mi bella inspiración a desaparecido junto a mi esperanza y es así como veo partir el mayor anhelo de mi vida...
insufrible es la mano que me sustenta en esta vida, a las súplicas de libertad que imploro...
mientras que parece sonreír y disfrutar mi desesperación...
soy prisionera de mis sentimientos, ellos me dominan, soy traicionera de mis ideas, las cambie por inconsecuencias.
quisiera despedazar esta cadena que me ata a una sensación tan idiota, que no tiene base ni argumento...
la cadena es de iluciones que jamás pudieron tener vida propia, por que nadie les dio un soplo de aire, ni mucho menos de ser.
estoy aburrida de la monotonía que elegí y del camino fácil por el cual opté...
estoy aburrida del respeto y reglas que debo seguir, para conquistar el gran ejemplo de ciudadano que uno debe aprender a ser...
estoy harta del maldito manual de femeneidad que se otorga a cada mujer al nacer, por el cual se desprecia a la mujer que lucha por su ideal amoroso, conviertendola en un perfecto ejemplo de facilidad...
me siento ahogada en un mundo, donde todos lo están y sólo los que son capaces de percibirlo luchan contra el gas que los envenena y son despreciados por sus pares, siedo tachados de "raros"...
mi discurso literario se transforma cada vez más en un grito deseperado por aire... por vivir...
obligo a mis años pasar rápidos y ligeros para poder alcanzar la tan deseada supervivecia propia
y aun asi... valoro la debilidad, la fortaleza, el error y todo lo que me ha llevado a esta extraña conclusion, a esta extraña anecdota, narracion o cómo le quieran llamar lo tan expertos criticos que leeran ésta "entrada y la evaluaran" (por que todos somos críticos de los demás y nadie puede ser crítico de uno) en fin...
los dejo planteandose lo tan ahogados que se sienten en este adornado basurero que llamamos mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"El suicidarse al que llaman sociedad" decía alguien por ahí...

En el anhelo por unirse, por romper la soledad que implica descubrirse como individuo, hay varios caminos: unos se consagran en cuerpo y alma al trabajo, abandonando todo lo demás. Otros se entregan a los placeres de la carne, los vicios, para olvidarse, sentirse bien por un momento.

Otros buscan adaptarse, unirse, ser "como la gente", como "la norma"... la sociedad te pone un modelo, y si quieres ser parte del gran "Nosotros" debes pensar, actuar, vestirte, comer, beber, moverte igual que la masa. Todos temen ser rechazados, ser distintos, y por eso te rechazan cuando eres diferente o cuando no cumples con la norma. Al rechazarte por no seguirla, ellos tienen la oportunidad de demostrar qué tan "normales" son. Normas distintas, tribus, en algunos casos, posturas, etc.

Todos caminos que dejan insatisfecho. Te cansas de tratar de ser "como debes ser"... la Norma se hace pesada.

Nunca me llevé bien con las reglas de la sociedad. Por mucho tiempo busqué ser "como la gente". Pero la recompensa es tan... temporal...

Sin redacción, sin método. Solo quería compartir unos impulsos internos que se transforman en bytes de la blogósfera.

Un abrazo. Sigue escribiendo, no pares. Como decía el náufrago "nunca se sabe cuándo la marea traerá algo bueno"

Anónimo dijo...

No lo leo completo. ¿sabes por qué? Porque es el típico escrito clichñé de adolescente. Le veo algo a tu "estilo" que me gusta, pero los temas no. Se supone que esto es como especies de cuentos y cosas así, asi que intenta escribir arte y no sobre cómo te sientes o de tu vida.

Saludos.